Joseph Kramer abre la escuela Celebrating the Body Electric
Parte 5: La información vuela como pólvora al viento y se prende fuego EEUU y Europa con el Masaje Erótico. Los participantes tienen experiencias trascendentales a partir del masaje genital y la inclusión de un final sorprendente (el Big Draw). Y una extensa red comunitaria de hombres gay se crea alrededor de estas prácticas.
(Viene de la parte 4 …Entonces un hombre me invitó, me llamó desde Nuevo México y me dijo: “Estoy en un grupo de amigos hombres, unos 30 o 40 y somos una red comunal que tiene sexo entre sí”. Esto estaba nuevamente ligado directamente a mi experiencia. Y me dijo: “¿Puedes venir y enseñarnos algunas formas de tener sexo entre nosotros que sean seguras, a través de las cuales no nos vayamos a contagiar de SIDA?” Y dije que sí).Así que elaboré esta estructura para una clase de dos días con estas personas. Esa estructura se ha hecho 1.000 veces desde entonces en todo el mundo. Y todavía hay una escuela que la enseña. Era una clase donde todo el primer día era de juego. Comenzábamos respirando por la mañana. La gente tenía orgasmos respiratorios mientras estaban respirando con su cuerpo.Estaban desnudos. Había todo tipo de ejercicios relacionados con la respiración. Yo le pagaba a percusionistas que tocaban música con ciertos ritmos para que la gente tuviera experiencias grupales. Hubo experiencias cortas y experiencias más largas, con diferentes formas de respirar. Y supongo que más del 90 por ciento de las personas en esas clases nunca habían realizado respiración consciente hasta dicho punto. Cuando respiras desnudo y tocando, la gente queda puesta. Estaban en un lugar comunal enraizados en ellos y como un cuerpo grupal al desnudo.
Mucha gente tiene problemas para estar desnuda. Quitarse la ropa es duro, pero después de respirar, las personas se sienten juntas en esto. Es como regresar al jardín del Edén, al paraíso.
Mucha gente tiene problemas para estar desnuda. Quitarse la ropa es duro, pero después de respirar, las personas se sienten juntas en esto. Es como regresar al jardín del Edén, al paraíso.
Por la tarde enseñé la primera experiencia de toques en el pene. Y podías estar erecto o blando y estaba bien, podían entrar en contacto con el pene o solo mirarlo y explorarlo. Las personas se cuentan entre sí cómo se masturban y las partes placenteras de su pene, lo muestran y lo acarician. Así que fue una exploración de diversión, respiración y excitación tan alta como fuera posible, pero no exigida.
Otro nivel de esto era que el masaje en el pene blando debía ser igual de habilitante al placer. Si alguien no estaba erecto, tenía esta posibilidad también… Estos son los días previos al Viagra y Cialis. Hay un prejuicio, como si no se pudiera no tener una erección. Aquí las personas que la tenían blandas encontraban los placeres de una pija blanda.Así que jugamos en todos estos diferentes reinos durante la tarde. En mi planificación del taller pensé en profundizar realmente en el masaje erótico, que necesitábamos respirar, necesitábamos algo de consideración hacia los cuerpos y lo comunitario. Al final del primer día, diría, habíamos hecho el 10% de lo que íbamos a hacer aquel fin de semana.
La mayoría siempre declaraba al finalizar que habían ido mucho más allá de lo que alguna vez habían estado de una manera erótica y juguetona con hombres. La otra cosa que notaban era que podían compartir más allá de los juicios y el tipo de atracción. Tenía todo tipo de ejercicios en los que pasabas a la siguiente persona. Y así en los ejercicios todos trabajaron por igual con todos los demás. La gran sorpresa para mucha gente es que al principio sentían, oh, no quiero que esa persona me toque. Y luego decían ¡vaya, me tocó mejor que nadie!. Y así vimos que nuestro tipo visual no es el mejor para nuestro tipo somático, nuestro tipo sensual.
Luego, el segundo día propuse un Masaje Erótico Taoísta. Fue de una hora y media a dos horas. Incluía un poquito de masaje en el cuerpo pero menos de 10 minutos. Era sobre todo genital. Todo el mundo estaba en las camillas y yo enseñaba. Demostraría y mostraría un tipo de toque, muy brevemente, un minuto. Y luego decía, pruébalo con tu pareja. O mostraba dos movimientos, y luego juega durante ocho minutos. Y ellos probaban aquello, mientras podían hablar, pero no tenían porqué hacerlo. Y luego, al final de los ocho minutos, el aprendiz de masaje se despedía de esta persona y hacía un movimiento hacia la mesa de al lado. Entonces, en un masaje tienes que tocar varias personas, tal vez no a todas, dependiendo de qué tan grande sea el grupo. Una persona a los ocho minutos, luego otra a los ocho minutos, y otra a los ocho minutos, y a veces a los cinco minutos. Y así tocaste a una variedad de hombres y una variedad de hombres te tocaron. A algunas personas les gustaba ponerse vendas en los ojos, para que se tratase de su propia experiencia y lo recomendé encarecidamente.
Tengo tanta suerte de haber tomado clases de respiración porque la respiración es una actividad que mantiene a la gente presente. Estas clases no habrían funcionado sin respirar. La gente a menudo se aleja del cuerpo pensando y juzgando y luego no llega a ningún otro lugar. Cuando todo el mundo se queda respirando, funciona. De todos modos, la gente se movía de mesa en mesa. Y al final estaba simplemente relajada. Así que hice esa estructura en Nuevo México y era exactamente lo que esa gente quería. Y me invitaron a volver a Nuevo México tres veces al año durante los próximos tres años. Y he conocido a personas en Nuevo México que se convirtieron en parte importante de mi vida y siguen siendo las más cercanas.
Eventualmente tomé otra clase de respiración y me enseñaron una cosa llamada el Big Draw. Mantak Chia en su libro tenía algo llamado el Big Draw con el que nunca me involucré. Pero esta fue una versión diferente del Big Draw donde respiras en forma intensa para sentir la carga emocional de tu cuerpo. Luego aprietas todo tu cuerpo. Estás acostado. Aprietas el trasero, aprietas los músculos. Aguantas, respiras hondo y lo aguantas durante 20 o 30 segundos. Y lo sostienes el tiempo que puedas y luego lo relajas. Y esta experiencia, difícil de describir, lo lleva a uno muy rápidamente de un estado a otro. Estás en este estado placentero y sientes un toque erótico, profundizas la respiración, y de repente estás en este estado… que es casi como un estado psicodélico. Y no todo el mundo va al mismo lugar pero la gente habla con sus familiares y amigos muertos y mucha gente vio a Dios. Muchos otros no vieron nada.
Estás en este estado placentero y sientes un toque erótico, profundizas la respiración, y de repente estás en este estado… que es casi como un estado psicodélico. Y no todo el mundo va al mismo lugar pero la gente habla con sus familiares y amigos muertos y mucha gente vio a Dios.
Hubo budistas que sintieron el “ahora entiendo todo”. Y sabía que la gente iba a lugares increíbles porque había propuesto esto uno a uno. Pero ahora estaba sucediendo con un grupo. Al final del masaje erótico taoísta, siempre decía: “¿Le gustaría a alguien compartir su experiencia del Big Draw?” Y hubo experiencias increíbles. Y años después dejé Body Electric y enseñé este método específico en el ’92. Aun 25 años después, me encuentro con personas en la calle en diferentes ciudades y me dicen: “Tomé una clase tuya”. Y digo: “Oh, ¿Cuál fue tu Big Draw?” Y lo saben y dicen que fue transformador. Era una clase bastante poderosa. Y lo enseñé un par de veces en Nuevo México y luego decidí que lo enseñaría en San Francisco y Oakland. The Advocate, que era una revista gay nacional, hizo un artículo de primera plana. Estaba en la primera plana. Y después de eso recibí invitaciones para enseñar en ciudades de todo Estados Unidos y Canadá, y luego en Europa. Luego de un año, 1987, debido a este artículo estaba enseñando en 25 ciudades diferentes. Cada fin de semana iba a algún lugar.
The Advocate hizo un artículo de primera plana y después de eso recibí invitaciones para enseñar en ciudades de todo Estados Unidos y Canadá, y luego en Europa.
Chris Rose: Celebrando el cuerpo electrico (Celebrating the Body Electric).
Joseph Kramer: Se llamaba Celebrating the Body Electric y todavía se llama así. Y lo interesante es que acompañó a la gente en la era del SIDA. Muchas personas en esa época que tomaron estas clases se convirtieron en psicoterapeutas o ya lo eran. Y me recomendaban a sus clientes… Tal vez personas que han estado en un matrimonio heterosexual y estaban divorciándose, saliendo del armario como una persona gay o bisexual. Entonces están recomendando a sus pacientes a ir al Celebrating the Body Erotic para tener esta experiencia erótica comunitaria porque ya sabían lo que era.
Chris Rose: Una de las cosas sobre los primeros días de Body Electric que me llama la atención es que más allá de estos talleres estabas tejiendo una comunidad internacional de hombres homosexuales. Y Body Electric se convirtió en este punto de contacto y principio organizador para cierta comunidad de hombres homosexuales. Y fueron los hombres homosexuales quienes querían sentir empatía y conexión erótica entre ellos en este momento de miedo como dijiste.
Joseph Kramer: Ahora puedo mirar hacia atrás y nombrarlo más fácilmente. Pero una de las cosas era que no estábamos explorando una experiencia normal de excitación sexual. Fue comunitario y fue intenso y estuvimos presentes más de lo que tal vez algunas personas están en su experiencia sexual. Así que fue increíble que lo hayamos llamado Embodied(habitado en el cuerpo). La gente estaba realmente en su cuerpo, asombrosamente. Así que en realidad estaba ofreciendo una versión de la experiencia que tuve con ese sacerdote (ver parte 2). Aquella no involucró mi pene. Pero fue donde me desperté y sentí que tenía un cuerpo y que podía vivir mi vida en dicho cuerpo y con dicha vitalidad. Esa fue la base. Las personas tienen esta experiencia basada en el cuerpo y podían compartirla con personas que no conocían bien o que conocían más o menos, o con sus amantes. Hubo tantas personas que conocieron a sus amantes en esa clase. Y una cosa de la que estoy orgulloso es que en tan solo unos pocos años creo que trescientas o cuatrocientas personas dejaron sus trabajos y se convirtieron en masajistas eróticos dando este masaje. Hay gente que iba y se daba cuenta que querían hacer esto todo el tiempo. La primera vez que fui a Berlín miré en el periódico y había gente ofreciendo el Body Electric Massage. Esto se debe a esa experiencia. Esta experiencia encarnada es la base para conexiones poderosas. Creo que cuando tienes esa experiencia comunitaria, la gente quería sostener dicha comunidad. La gente de Nuevo México se volvió más prolifera. Pero había una gran comunidad en Atlanta y en San Diego y Minneapolis y en Toronto. Y tenían comidas compartidas y noches de masajes eróticos y todo tipo de reuniones porque estas personas querían unirse para fomentar esta sensación de vitalidad. En este momento, la epidemia seguía empeorando. Hasta 1995 no paró. Era muchas veces una muerte rápida. Había circulando medicamentos venenosos. Así que había un gran miedo al sexo y esta era una comunidad sexual de personas que tenían un tipo de sexo y conocían un tipo de sexo que era alegre y divertido y podía ser la base de relaciones intimas y vínculos comunitarios.
en tan solo unos pocos años creo que trescientas o cuatrocientas personas dejaron sus trabajos y se convirtieron en masajistas eróticos dando este masaje.
Cuando esto se hizo más grande y viajé por todo el mundo y viajé por los Estados Unidos, más y más personas viajaron de una ciudad a otra para tomar los cursos y conocerse. Así que había redes de personas que se conocían entre sí y que tenían esta experiencia y querían más. Y muchas personas fueron muy creativas al tomar mis clases y seguir sus propias direcciones. También comenzaron clases por su cuenta y enseñando diferentes cosas corporales para hombres homosexuales. Había mucho de esto sucediendo. Y lo mejor para mí es que nunca, en todos mis viajes durante años, me quedé en un hotel. Me quedé en casas de personas que me invitaban allí y se formó esta red. Esto realmente comenzó en el ’87. Lo que sucedió en 1990 fue que decidí que quería tener una clase más larga e invitar a las personas que habían tenido esta experiencia inicial a profundizar más. Y tomé la frase de Walt Whitman, el querido amor de los camaradas, y sostuve un taller de seis días. Y la gente vino y fue más profundo. Y aquí es donde se conocieron personas de todo el mundo, incluso de Europa, y aquí es donde la red internacional y luego la red nacional realmente se intensificaron.