Sexualidad&Somáticas

El Yoga del Tacto o Masaje de Cachemira

El masaje tántrico que nació en la India

El Yoga del tacto, también conocido comoMasaje de Cachemira es una maravillosa manera de tocar el cuerpo que procede del norte de la India, de la antigua tradición del Shivaismo tántrico de Cachemira. Hace más de 5.000 años, en el valle del Indus, los Siddhas (sabios) empezaron a refinar el Shantala, el masaje popular que las madres todavía dan a sus niños. Esta forma de masaje llega a occidente a través de Daniel Odier (Fuente: Surya Baudet).

Una de las más profundas sensaciones que se transmiten con el tacto en este tipo de masajes, es el cariño maternal. El término maternal aquí designa cualquier contacto que puede tener está cualidad de amor desinteresado. Son escasas en la vida adulta las ocasiones en las cuales recibimos una caricia o un toque, sin que sea a cambio de algo, con solo una presencia cariñosa y libre de manipulación psicológica. Sentir esto es lo qué más le gusta al cuerpo y más falta le hace falta. El facilitador del yoga del tacto es como una madre arquetípica dándole un masaje a un niño arquetípico.Â

Durante todo el masaje, el facilitador se encuentra meditando a través del tacto y su actitud es de veneración hacia el receptor del masaje.Metafóricamente, el cuerpo del receptor se vuelve un templo sagrado al cual se le ofrece adoración, respeto y gratitud por otorgarnos permiso para rezar en él.El rezo toma la forma de una danza meditativa denominada Tandava. El tandava tiene su origen místico en la danza entre Shiva-Shakti, y es una meditación que deja el cuerpo moverse siguiendo su propia inteligencia. El masaje es esta misma danza con el cuerpo del otro.

Intenciones

Por lo general, las personas que llegan a tomar este masaje, arriban sintiendo intensamente una dualidad entre mente y cuerpo, acceso bloqueado al placer, las tribulaciones que traen aparejados ancestralmente cada género en la sociedad actual (las distintas carga que atribuye la crianza y la sociedad a los roles de mujer y de hombre), necesidad excesiva de control y el peso de la ansiedad sobre su sistema nervioso. En palabras de Daniel Odier, el masaje tiende a introducir una conciencia corporal sutil y una vibración, la Spanda, similar a la de un instrumento de cuerda. La Spanda acompaña a disolver la percepción de la dualidad mente-cuerpo, a percibirnos como una totalidad, a poder vivir más enraizados en el presente y conduce a una experiencia más liviana y extática del mundo.

imagen de Sesión de Masajes

El masaje de Cachemira permite que los viejos patrones memorizados en el cuerpo bajo la forma de tensiones y rigidez lleguen a la conciencia y comiencen su camino hacia la resolución. La danza lenta del masajista, hecha de movimientos fluidos, acompaña y dinamiza la circulación de las emociones. Poco a poco la mente se calma, el sistema del receptor se relaja con una respiración natural y profunda. Cuando el cuerpo se entrega, el Ser empieza a dejar de ser esclavo de sus patrones. En este espacio más abierto se revelan nuevos modos de funcionar, espontáneos, en total adecuación con la realidad presente. Es el inicio de un proceso de transformación de nuestro funcionamiento diario, que poco a poco se vuelve menos mecánico, más consciente y libre.

También opera sobre las corazas emocionales alojadas en la musculatura y en las vísceras en formas inconscientes, que nos predisponen a dolores físicos y enfermedades crónicas. Son corazas que surgieron a partir de eventos traumáticos que no pudieron encontrar su resolución en el cuerpo; o bien de reacciones ante situaciones que nos produjeron miedo en el pasado, que no tienen vigencia en el presente, pero que aun así sostenemos en forma de tensiones. La palma de la mano del masajista desplazándose en forma franca por todo el cuerpo con la cantidad precisa de aceite le da la oportunidad al cuerpo para que comience a ablandar las corazas y a encontrar una resolución corporal al conflicto que les dio origen. Muchas veces el inicio de estas resoluciones trae aparejado llantos, temblores, o risas profundamente olvidados en el sistema. En este tipo de masajes le damos la bienvenida a cualquier tipo de expresiones de tu cuerpo, siendo un espacio seguro y sin juicios para que las expresiones espontáneas de tu ser puedan liberarse.

Técnica

Se trata de un masaje de piso que se brinda en futón y que tiene dos características técnicas distintivas.

El toque

La primera es en relación al toque. Se utiliza toda la palma de la mano para desplazarse en forma lenta, liviana y sostenida por toda la superficie del cuerpo. Se recorre todo el cuerpo sin jerarquías, sin bloques temporales específicos dedicados a una única parte y sin despegar las manos en ningún momento. De esta forma, se da una sensación de completitud y continuidad en la piel del receptor que ayuda a integrar la imagen corporal como única, no fragmentada.

Los encastres

La segunda característica es que se aplican encastres. Los encastres son formas de unir el cuerpo del masajista y el receptor a través de posturas complementarias. El receptor del masaje estará muchas veces con partes de su cuerpo despegadas del futón y apoyadas sobre el cuerpo del masajista. Esto permite al masajista utilizar toda su corporalidad para llegar a todos los puntos del receptor con contigüidad, contenerlo en abrazos, auparlo y moverlo sin que el receptor tenga que realizar ningún esfuerzo e involucrado únicamente consigo mismo.
Durante el masaje la persona va fluyendo entre distintas posiciones, como puede ser acostada boca arriba, boca abajo, de lado, o sentada. Las posiciones se combinan con dinámicas de estiramientos, flexiones o extensiones integrales del cuerpo.
Por estas características, si el masaje es brindado con la destreza y maestría que requiere, el receptor puede ingresar en un estado que muchos asocian con una experiencia imperturbable e intrauterina. Todo se siente cómodo, tibio, se satisfacen los deseos de contacto y como flotando sin necesidad de soportar el peso propio. El masaje se vuelve para muchos un lugar acogedor sin preocupaciones.

Progresión de sesiones

Esta modalidad de masaje adopta indistintamente el nombre de Yoga del Toque, (o del Tacto), o Masaje Tántrico de Cachemira (o Cachemir). En Argentina adoptamos la convención de utilizar cada nombre para un desenvolvimiento distinto del mismo masaje: Yoga del Toque para una secuencia avanzada y Masaje de Cachemira para una más simplificada.
Esta separación responde a cómo se imparte para enseñar esta técnica de masajes en la Escuela Tántrica (antes Masajes para el Alma). El estudiante va accediendo a formas más complejas en cada módulo. Para esta escuela, la misma lógica se repite frente al cliente en la progresión de sesiones (algunos nunca llegan a recibir la secuencia completa si el masajista así lo considera).

imagen de Sesión de Masajes

Masaje de Cachemira
De acuerdo a esta convención nombramos al Masaje de Cachemira como a una versión más simplificada, en donde solo se adoptan tres o cuatro posiciones directamente en contacto con el futon (boca arriba, abajo y uno o dos de lado) y un único encastre boca abajo. La secuencia de toque genital puede no estar o suceder solo al final de la sesión boca arriba. Las sesiones en esta modalidad suelen de ser una 1:00 sin abordaje genital y de 1:30 con abordaje genital

Yoga del Toque
Yoga del Tacto (o del toque) suele ser el nombre que adopta la secuencia más larga y avanzada y responde a la descripción realizada más arriba con todos los encastres y muchas más posiciones. En esta secuencia también puede no estar el toque genital pero si lo está, se encuentra distribuido a lo largo de toda la sesión (no solo al final) para poder ir en forma creciente y beneficiarse de las ventajas funcionales que dan los acercamientos en distintas posiciones. Estas sesiones suelen durar hasta dos horas y media.

He recibido esta forma de masaje de Maximiliano García (Escuela Tántrica, antes Masajes para el Alma – Argentina) en seminarios de formación, actualización y supervisiones de su equipo docente.

Referencias: Surya Baudet. Masaje Tántrico de Cachemira: el yoga del tacto. El Blog Alternativo

Masaje Sensitivo
Regulación del SNA, bostezos, equilibrio iones metabólico se calma porque el toque es previsible.

El desplazamiento suave y lento de la mano sobre el cuerpo se vuelve predecible para el sistema nervioso autónomo, por lo tanto se vuelve seguro. Esto le permite acceder a una regulación hacia la tranquilidad, a veces tan profunda que para muchos es completamente desconocida.

¿El masaje tántrico es sexual?

Tantra clásico
Para empezar, es bueno recordar que el Tantra, en su origen, es una vía mística. El Shivaísmo tántrico de Cachemira es una de sus ramas. La raíz sánscrita «tan» significa: totalidad, continuidad y sugiere la trama como la de un tejido por ejemplo. La totalidad lo incluye todo y está vía se llama Tantra porque no excluye nada, así que es la única vía mística que incluye la sexualidad y todas las formas de gozo como siendo parte del camino. Luego, en los ciento sesenta sutras del Vijñana Bahirava Tantra, texto fundante de esta vía mística, solo dos sutras están dedicados a la sexualidad. En el idioma cachemiriano, de donde proviene este tipo de masajes, hay una sola palabra para significar tanto la unión sexual como para el contacto con el mundo a través de los cinco sentidos. Es decir que la noción de sexualidad es mucho más global y amplia de la que conocemos. (Fuente: Surya Baudet)
Por lo tanto en sus orígenes remotos el Tantra, es un camino místico que no excluye la sexualidad pero donde la sexualidad no está en el centro de las prácticas que propone, es más, está lejos de ello.
A partir de esta visión, el Masaje Tántrico incluye los genitales solo como una parte más del cuerpo, y deslizándose sobre ellos con las palmas de las manos con el cuidado y con la atención con que lo hace en general sobre todo el cuerpo. Además suele incluir aperturas y cierres que consisten en apoyar livianamente las manos sobre el chakra raíz (sobre los genitales) y en el chakra del corazón para unir a través de la sensación estos dos centros vitales del cuerpo. En ambos casos lo que se producen son toques tiernos y amorosos. No se conduce a una estimulación sostenida que provoque excitación. Por el contrario, trae una sensación de relajación y entrega. El tantrismo específico de Cachemira está basado en la apertura del corazón.

Neo-tantra
En las escuelas desarrolladas en occidente que se engloban bajo la noción de neo-tantra, se le da mayor importancia a la sexualidad en general y por lo tanto, también a los genitales en los masajes. Muchas de estas escuelas adoptan las secuencias que desarrolló Joseph Kramer para la Body Electric School (que luego devendría en la formación de Sexological Bodywork). Así se profundizó en las secuencias para vulva-vagina, pene-escroto y ano produciendo nuevas posibilidades de aperturas corporales y emocionales. En estas secuencias se intercalan momentos de excitación y de placidez (una sensación de contento global que sobreviene posterior a la excitación cuando el estímulo directo sobre genitales se detiene) en formas de oleadas y libres de finalidades como el orgásmo o la eyaculación.

¿Y el masaje tántrico con final feliz?

Muchas veces se usa el término masaje tántrico y otros tantos como eufemismos de masaje erótico para hombres que culmina en eyaculación. Esto responde a la censura moral que se impone sobre las trabajadoras sexuales para publicar sus servicios (como una forma más de discriminación y marginalización).
Este no es el sentido en que nombramos al masaje tántrico en este espacio. Muchas veces se producen eyaculaciones durante los masajes y son bienvenidas, pero esta no es la finalidad. La felicidad que sobreviene del masaje tantrico en este espacio responde más a una unión mente-corazón-espíritu que a la existencia o no del orgasmo.